comunicación que permite mayor interacción a partir de los diversos medios electrónicos. Castells (1996) afirma que el nuevo sistema comunicación “está cambiando nuestra cultura, y lo hará para siempre” (pág. 7).
Todo ello hace pensar en la necesidad de dar paso a un nuevo concepto de investigación científica, que produzca una Revolución científica (Kuhn, 1962) e iniciar un proceso de transición entre lo que representa una investigación individualista (trabajos individuales) a una investigación colaborativa (grupal o colaborativa). La investigación colaborativa se caracteriza por ser un trabajo que se realiza en grupo reconociendo la construcción social del conocimiento. La participación activa de los miembros del grupo es esencial, considerando de gran importancia cada uno de sus aportes. Para este tipo de investigación es fundamental aprovechar las potencialidades que ofrecen las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC).
En el campo educativo, específicamente en las instituciones de Educación Superior, las investigaciones colaborativas deben ser impulsadas. Mi interés de investigación gira en torno a la importancia de formar docentes con competencias para investigación educativa. Considero que todos poseemos diversas competencias que pudieran ser intercambiadas para fortalecer nuestra práctica investigativa, dicho intercambio pudiera darse mediante un modelo de colaboración y cooperación de competencias. Un modelo que permita cumplir con el propósito de estimular, promover y aplicar las competencias para la investigación en la formación docente. Dicho modelo debería considerar las competencias para la investigación de todas las personas involucradas en el proceso educativo y a partir de la identificación de las competencias, que a lo largo de la formación recibida han podido alcanzar, puedan compartir y cooperar en el formación de nuevas competencias, con ello lograr lo que Nalebuff y Banderburger (1996) definieron como coo-petencia.
El modelo basado en la coo-petencia reconoce (en el caso del rol del docente investigador) las competencias para la investigación, individuales y distintas a las de los otros miembros, como un punto a favor que brinda la oportunidad del intercambio de competencias y promueve el crecimiento profesional entre sus pares para evolucionar colaborativa y cooperativamente.
Partiendo de lo anterior expuesto, espero que con el CAMEL (Curso Abierto Masivo En Línea) que dicta la Fundación Interconectados, pueda construir conocimientos que me permitan poder diseñar y aplicar el modelo basado en coopetencia no solo a nivel institucional, sino interinstitucional.
PD: Invito a todos y todas visitar (http://interconectados.org/los-camel/) para mayor información.
Referencias Bibliográficas
Castells, M. (1996). La era de la información. Economía, Sociedad y Cultura. Vol. 1. Alianza Editorial. Madrid.
Kuhn, T. (1962). Las estructuras de las revoluciones científicas. Fondo de Cultura Económica. Primera edición en español (FCE, México), 1971. Octava reimpresión (FCE, Argentina), 2004.
Nalebuff, B y Banderburger, A (1996) Coopetencia. Editorial Norma. S.A. Colombia.